Sólo los amantes sobreviven: ¿Una película de vampiros poco convencional?

Sólo los amantes sobreviven se estrenó el 12 de diciembre de 2013 por el cineasta Jim Jarmusch, conocido mundialmente por su carácter independiente en películas norteamericanas en su mayoría.

Se trata de un film nostálgico y romántico que reivindica la infravaloración que le damos a las cosas, a pesar de su calidad, como un signo del propio posmodernismo. Todas las escenas están cargadas de alto nivel cultural tanto literario, artístico, musical etc. Esto se ve por ejemplo en las casas de los personajes; la de ella (Eve) está colmada de libros de los grandes artistas literarios de la historia, en cambio en la de Ian es la música, con sus guitarras de edición limitada o el mural de artistas de todos los géneros que tiene en la pared.

Los personajes constantemente hacen críticas a la actualidad empezando por el nombre despectivo que les dan a los humanos, “Zombies”, hasta la manera de rememorar el pasado que compartieron con los grandes protagonistas de la Historia, haciéndoles como una especie de homenaje a una cultura que, hoy, se percibe en decadencia.

En contraste con nuestro producto cultural, hay una escena en concreto en la que los personajes principales van a una especie de tienda en la que la gente va a “soñar”, puesto que para ellos la realidad es como una pesadilla y el sueño es la única manera de ser felices.

De un cierto modo, ​christopher Nolan, (director de Origen) ​hace también una crítica a la realidad que estamos viviendo, en la que la gente prefiere vivir una mentira a la propia verdad.