Lo primero que pensamos cuando hablamos de violencia de género, es la violencia física generalmente a una mujer por un hombre, pero se trata de algo mucho más complejo.

Las primeras definiciones que se conocen, tienen que ver con las relaciones de poder en la que prima la dominación del hombre sobre la mujer.
Pierre Bourdieu habla sobre este tema en el artículo: "Violencia de género, violencia simbólica, lenguaje y representación", diciendo que a veces, son las mismas mujeres las que aplican la dominación en las que están atrapadas, es decir, que a pesar de ser las mujeres las que reciben la relación de poder, lo aceptan e incluso lo predican y esto se debe a el tipo de representaciones culturales que les han inculcado, el tipo de lenguaje, estructuras sociales, ideales etc, por lo que cuando hablamos de violencia de género, también estamos hablando de violencia cultural, simbólica y estructural, generalmente a través de comportamientos corporales o esquemas perceptivos, de apreciación y de acción.
En nuestro producto cultural, se ve tanto violencia física como psicológica, pero al revés de como estamos acostumbrados a observar, es decir, esta es producida por el personaje femenino hacia el masculino. Mal, la mujer del personaje principal, se mete constantemente en su sueños para convencerle de que “está soñando” y que se tiene que suicidar, al igual que hizo ella, para poder estar juntos, incluso ejerciendo la violencia física en varias escenas, resultándonos “novesoso” en cierto modo este cambio de actitud y pensamiento por parte del cine.
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